PROLOGO

Se pretende que sea éste un espacio dedicado a entretener y deleitar (... a través de la fotografía fundamentalmente) ... a dar a conocer (...o traer al recuerdo) ciertos monumentos o espacios situados en el término o cercanías de Lahiguera. ...a llamar la atención por el estado de abandono y deterioro de muchos de ellos, ...y si llegara el caso, a remover la conciencia de todos los que somos "herederos" de tales monumentos y espacios, y que con nuestra aportación ayudásemos a la conservación de los mismos.

martes, 20 de septiembre de 2011

Callejero Decimonónico.

Una vez más he de agradecer esta publicación a mi pariente y nuestro paisano Manuel Jiménez Barragán. En una ocasión lo califiqué con cierto adjetivo que él mismo, dada su humildad, me pidió que lo retirase. Hoy no dejo de opinar lo mismo de él, y sigo valorando la aportación que realiza para el conocimiento de las raices de nuestro pueblo. Expongo nuevamente este documento que me ha mandado para la continuación de este blog de Lahiguera, que además, está relatado de una forma muy personal, trayendo aquellos recuerdos de infancia tan arraigados en su sentir. Mis más sinceros agradecimientos.
Documento copiado del original:

Callejero Decimonónico. La Tercia y el Castillo.

Callejero Decimonónico

Recuerdo, de niño, cuando iba al zapatero que vivía en la casa contigua a la Tercia, Miguel (Salmorejo), que siempre miraba por encima de la montura de las gafas, me llenaba de alegría. En una pared, blanqueada hasta resplandecer, tenía, colgada, una estrella de mar. Yo, lleno de leyendas, creía que tras la pared, tras la estrella, había un tesoro. Aquellas casas eran las más antiguas de mi pueblo. ¡Con qué ganas hubiera rascado los muros blancos! En las pasadas navidades llegó a mis manos el plano de la fotografía. El rescoldo de los sueños infantiles se apagó de golpe, la casa del zapatero no era antigua, no había tesoros escondidos. Además de perder tantas riquezas otras ideas aparecieron.

El documento data de 1889, es un plano de nuestras antiguas calles, perfectamente realizado y de una exactitud asombrosa.

 
        (Ilustración original)


 
         (Ilustración retocada)


Como se ve, los nombres de las calles no corresponden a políticos ni grandes personajes: Calle de Mateíco, Ildefonso Fuentes, Pelayo, Cobo, o Modesto; que serían vecinos de las mismas, anónimos para nosotros. Sólo una calle todavía conserva su nombre, la calle Campanario. Y otras dos aún se nombran, aunque ya no se llaman así, como en siglos pasados; son la calle Las Piedras y la calle Nueva.



Al norte el pueblo no crece, apenas al oeste. La mayor expansión se da al noreste, si trazamos una línea desde el principio de la “Cuesta de los Caballos” hasta la cooperativa Sta Clara, al norte de la misma no hay nada edificado.



Y no ha debido variar mucho en los últimos siglos. En 1768 D. Juan Antonio de Estrada en su “Población General de España”, dice que Higuera de Andújar tiene doscientos vecinos (no confundir con habitantes, que aproximadamente rondarían los ochocientos). Una parroquia, dos ermitas y un hospital.



En 1826 D. Sebastián de Miñano en su Diccionario Geográfico Estadístico de España y Portugal dice que tiene 704 habitantes, una parroquia, dos ermitas, un hospital y un pósito.



En el Diccionario de Pascual Madoz publicado en 1850 se afirma que la población se compone de 170 casas y la del Ayuntamiento con local para cárcel, 170 vecinos, 685 almas.



Por tanto, desde mediados del siglo XVIII hasta mediados del XIX la población permanece estable con una ligera disminución, poco variaría el callejero. Pasamos a comentar el plano, comenzamos por el norte.



 
Lo primero que nos encontramos es el cementerio.

Se consideraban poblaciones saludables las que tenían su cementerio situado al norte. Se puso como norma obligatoria con el gobierno de los ilustrados. No es lo mismo que llegara, desde el cementerio, el aire frío del norte, que el aire caluroso del sur. Un poco más abajo (figura del cuadrado) aparece la fábrica de aceite.

La calle “Los Álamos” (Doctor Fleming). Es la más antigua, posiblemente en una época fue la más importante. En una de las casas hay un aljibe romano.

Continuando hacia abajo nos encontramos con la “Era del Castillo”, la Iglesia y la Tercia. Lo dejaremos para el apartado donde se habla de La Tercia. Sólo adelantar que la Tercia y el castillo son cosas distintas, y mucho en común tienen la iglesia y la Tercia.

Calle del Campillejo (Calle Ancha y del Aire) tal vez el nombre sea por el campo que había en todo lo que ahora es la calle Buena Vista. Como se aprecia, gran parte de la calle Ancha está sin edificar. Igualmente está sin edificación la zona que hay hasta la calle Pelayo.

Calle de Arjona (Blas de Otero) enlazaba con el Camino de Arjona y la calle de Pelayo. Perpendicular a esta calle la Campanario.

Calle de Pelayo (Blas de Otero), termina en un altozano. Es curioso que en poblaciones cercanas como Andújar hay numerosos nombres de altozanos, nosotros sólo tenemos éste, que da también nombre a otra calle, Calle del Altozano (Cuesta de la Amargura).

Callejón Cobo (¿?) abajo, casi continuación perpendicular a Las Piedras, una calle de “Salsipuedes”.

Calle las Piedras (Canalejas). Siempre ha sido una calle muy popular, el nombre le viene por la pavimentación que tenía de grandes losas.

Aquí, en esta calle, aparecen los primeros “silos” que se continúan hasta la parte más alta del pueblo. Los silos eran agujeros en la tierra, tenían distintas funciones, una para almacenar grano, otros eran basureros, y había otros que eran pozos defensivos. Un buen ejemplo lo tenemos en “Los Pozos” (tras el corralón de José el Canillo). Estos pozos tenían, a menudo, el fondo lleno de trozos de cerámica cortante o estacas clavadas con punta, para que el que allí cayera se hiciera el mayor daño. Quiero extenderme aquí para aclarar cosas que se podían quedar en el aire o mal interpretar.
Desde época prehistórica hay asentamientos en la parte del pueblo que estamos viendo. Es un espacio con una defensa natural formidable, con pocos medios, una muralla en la parte norte-oeste y pozos defensivos en el resto bastarían para repeler cualquier ataque. Creo que la importancia, desde el Neolítico, de este poblamiento es mayor que el de la Atalaya. Y esta supremacía se prolongaría en el tiempo. Pero la estructura urbana que estamos estudiando, el origen, es del siglo XIII, como después veremos, aunque se haya mencionado un aljibe romano, o se conozcan restos ibéricos. Hecha esta aclaración seguimos con nuestras calles.

Desde la iglesia hasta la calle Las Piedras aparece con una caligrafía ilegible ¿Calle de la Concordia? Parece un nombre muy actual para los tiempos a que nos estamos refiriendo. Como se ha señalado antes hay un gran espacio sin edificar, ¿era por la muralla?

Calle de Ildefonso Fuentes. (¿?) En una calle tan pequeña nos aparece nombre y apellido, debió ser un personaje de respeto (dinero, oficio).

Llegamos a la Calle Llana (Ramón y Cajal, o calle Real). No es tan llana, pero mirando de donde se viene... Lo más interesante es que aquí se traslada el Ayuntamiento (emplazamiento que hemos conocido). Al lado aparece el Callejón del Pósito. El pósito era un almacén de grano (no confundir con la Tercia) de propiedad municipal. Se utilizaba para proveer de semillas en épocas de escasez y hambruna, en especial para la siembra. Quien primero menciona el Pósito es Miñano en 1826. Probablemente existiera antes de esta fecha.



 
Es el nuevo espacio de poder. Por un lado el civil, representado por el Ayuntamiento, de otro la Ermita de Jesús (El Santo) representativa del poder eclesiástico. Uno llevó a la construcción del otro, posiblemente la Ermita de Jesús es anterior ya que en 1768 se menciona que la población tiene dos ermitas (una es la de Jesús, la otra la de Santa Clara en el camino de Villanueva).



Calle de Mateíco (Blas Infante) Perpendicular a la Llana, enlaza con el Camino de Andújar.



Paralela a Mateíco y al final de la Llana está el Callejón del Marqués del Puente (Jacinto Benavente) El marqués del Puente era un noble de Andújar, tenía su palacio en la Plaza de España de esta localidad, justo donde ahora está el Colegio Capitán Cortés. Este marqués tenía posesiones de tierras de labor en nuestro término, pero esto no era motivo para darle una calle, había otros nobles de Andújar con más propiedades. Si aquí tenía una casa solariega no queda ni rastro. De paso decir que los nobles con residencia en nuestro pueblo eran hijodalgos, algunos bastante pobretones. Ninguno con el poderío económico para construirse un palacio.



Casi una prolongación de la calle del Marqués esta el Paseo (Pío XII) que va a dar a la Calle Nueva (Calle de la Constitución).



Siguiendo por donde ahora es Manuel de Falla llegamos a la Calle del Huertezuelo. Aquí, contaban los antiguos, estaba el “albercón”, de los moros decían ellos. (Bajo el actual campo de fútbol).

Volvemos a la calle Llana para seguir su misma dirección, ahora la calle se llama Mesones (Avda. De Andalucía). Mesones donde abastecerse, comer y pasar la noche. Cerca los caminos de Villanueva, Andújar y Jaén. Viajantes y arrieros.

Sólo nos queda una calle, el Callejón de Modesto (Calle Jaén), que saliendo de la calle Mesones llega hasta la calle Nueva.


La Tercia y el Castillo.

Cuando la Orden de Calatrava toma posesión de estas tierras, lo primero que hace es construir un castillo y una iglesia. Así matan varios pájaros de un tiro. Estamos en el siglo XIII.

Las iglesias antiguas tienen la dirección Este-Oeste, por reminiscencias del culto al Sol, el altar orientado al este. Durante gran parte de la Edad Media las iglesias también hacían la función de cementerios. La Tercia presenta esta orientación, existen testimonios que en paredes que tiraron en la parte del oeste salieron restos humanos. La puerta del edificio es pequeña para puerta de un castillo, debería posibilitar la entrada de caballos y carruajes. El castillo estaba situado en la “Era del Castillo” (solar del Castillo), si nos fijamos en la ilustración (rodeado de rojo)




vemos como un muro continúa siguiendo la pared de La Tercia varios metros, ese muro era del castillo. Iglesia (Tercia) y castillo estaban alineados, porque era la misma construcción y de la misma época, construidos por los calatravos, monjes guerreros que tanta importancia daban a la cruz como a la espada.



Antes decía que mataban varios pájaros de un tiro. Por una parte, la orden, al construir los dos edificios, con el castillo asienta su poder político, no hay que olvidar que en diversos momentos les quisieron desposeer de estos bienes. Recuérdese que el mismo rey Enrique IV fracasa cuando el Condado de la Figuera se lo quiere dar a Pedro de Escavias. Con la iglesia ofrecen un espacio donde practicar el culto a los futuros repobladores. Y la misma escenificación de poderes (como vimos cuando se traslada el ayuntamiento a la calle Llana), el religioso y el político compartiendo espacio pero en las mismas manos calatravas.



Por tanto, la Tercia, en su inicio, era la iglesia antigua de nuestro pueblo. No hay que extrañarse que no quede ni una piedra del castillo, se utilizaban para las nuevas construcciones.



La Tercia es un edificio de fachada sólida, muros de mampostería con un vano de arco de medio punto de ladrillo. En el interior, en la parte norte, existían unas arcadas de bóvedas estrechas y arcos apuntados góticos que contrastaba la finura de su fábrica con la tosquedad del exterior. Todo derrumbado y al parecer no hay ninguna fotografía que dé testimonio de esta construcción. Desde su origen este edificio ha tenido diversas funciones además de iglesia o cementerio; una sería la de recaudación de cereal, de ahí el nombre que ha permanecido, la última fue de corral para engorde de cerdos. Probablemente pasó a manos privadas con la Desamortización de Mendizábal. El Ayuntamiento actual debería hacer un esfuerzo y adquirirlo, que es patrimonio de todos, lo único que hemos heredado de los calatravos, que tanto se llevaron.





Cuando surge la necesidad, en el siglo XV, de construir una nueva iglesia, se presenta el problema del lugar. Los edificios religiosos se consideraban que estaban construidos en un “lugar mágico” de ahí que unos se edificaban sobre los cimientos de los anteriores. La nueva iglesia debe construirse los más cerca de La Tercia, en el castillo no podía ser, todavía tenía su función. Ya, como es una época más tranquila, se hace fuera del pueblo, al otro lado de las murallas. La Higuera de Arjona estaba fortificada, si no rodeada de murallas, una parte sí. En 1831 en el Diccionario Geográfico Universal de la Sociedad de Literatos se dice que hay un pozo “extramuros” donde la población se abastece de agua. Y en el Diccionario de Madoz se escribe que la iglesia Sta María de Consolación se encuentra fuera del pueblo. La muralla estaba entre La Tercia y la nueva iglesia, en el momento de realizar el plano ya se ha construido en este espacio. No más abajo, donde se presume que continuaba la muralla.

Y sigo creyendo que en algún lugar, quizá en un silo, hay un tesoro escondido.





Lahiguera (19-9-2011)

Manuel Jiménez Barragán






5 comentarios:

Andreu dijo...

Excelente entrada Juanjo, y mi más sincera enhorabuena al paisano, Manuel Jiménez, por este riguroso e impecable trabajo, donde deja claro y bien documentado todo aquello que a muchos higuereños nos hubiera gustado saber sobre el pasado de nuestro pueblo; en este caso,la formación urbanística del municipio a finales del siglo XIX, pero que posiblemente, habría cambiado poco con respecto a siglos anteriores.
Yo viví en lo que debío ser la casa del cura, situada exactamente entre la Tercia y la Iglesia, y que siempre pensé, que por su estado ruinoso, debería ser tan antigua como la propia iglesia. Era una casa cuya construcción y arquitectura nada tenía que ver con el tipo de casa que se solía construir en el pueblo. Por su estado ruinoso, precisamente, el cura de turno, la tenía alquilada a dos familias y a veces a tres, sin que se gastara jamás su propietario, la Iglesia, un solo duro en su mantenimiento, aún sabiendo, en el estado ruinoso y peligroso en que se encontraba el edificio. Allí viví hasta la edad de 15 años a base de sobresaltos, especialmente, cuando llovía durante mucho tiempo o cuando el viento apretaba, temerosos de que nos sepultara algún día. Tuvimos suerte y finalmente se derrumbó sola al cabo de poco tiempo de estar deshabitada. Hoy es un triste y descuidado solar que pretende dar la impresión de que es una placeta, sin conseguirlo.Gracias a Manuel por compartir este, insisto, riguroso y excelente trabajo, y a ti, Juanjo, por haber hecho posible que lo disfrutemos.
Andrés.

P.D: No descarto, copiar y pegar, un comentario que he escrito en el Facebook, a propósito de esta entrada, donde expongo casi monográficamente, una historia que tiene algo que ver con el comienzo de este "callejero decimonónico" y el zapatero Miguel, alias "Salmorejo"

Lahiguera dijo...

Hola Andrés. Las gracias también a tí por aportar este comentario que también enriquece este documento de Manuel. Ya lo dije en su momento: que estaría agradecido a todo el que aportase algo para dar conocer algún rinconcito más de nuestro pueblo. Con éste, tu comentario, ahora conocemos algunos detalles más de esta casa donde hace "muchos" años pasaste tus días de infancia.
Respecto al escrito que mencionas, seguro que más de dos estaremos espectantes para poder leerlo, porque estas cosas sí que enriquecen el alma de los que nos sentimos hijos de un pueblo determinado. Por desgracia, hay muchos conocimientos, que cuando pasan las generaciones, se van perdiendo, y está en nuestras manos que aún quede algo de ello en los escritos.
Un cordial saludo Andrés.

Manuel Jiménez Barragán dijo...

Hola Andrés, Juanjo. Os agradezco vuestros comentarios y me alegro que os haya gustado este aporte al blog. A los tres nos une el gusto por la Historia y el cariño a nuestro pueblo. ¡Ojalá que sigamos así muchos años! Sobre todo vosotros que os preocupáis porque Lahiguera se conozca.
Andrés. Soy un seguidor tuyo desde aquella primera web que hiciste de Lahiguera, incluso una de las fotos que colgaste la tengo todavía de fondo de escritorio. Me admira lo polifacético que eres.
Lo de "Salmorejo, también me gustaría conocerlo. Como el mundo es un pañuelo he coincidido en mi trabajo con dos familiares suyos. Esta familia procedía de Andújar, hubo una rama que fue a Lahiguera y otra a Arjona. Lo conocían por ese nombre (y no sabían que se llamaba Miguel). Por eso me atreví a poner el apodo, no creo que nadie se haya ofendido.
Andrés, tú, que has vivido al lado de la Tercia, además sus dueños son familiares tuyos, habrás entrado allí bastantes veces. Yo estuve hace muchos años y mis recuerdos son vagos. Me gustaría saber si recuerdas los arcos que había al frente, si eran apuntados o redondeados. Igualmente todas las imágenes que tengas.
También te pediría si tú has conocido la Iglesia como está en el plano. Si te fijas verás que la alineación con la Tercia no coincide, y en realidad sí están ahora alineadas. Pensé que allí estaría el campanario antiguo, pero parece que se encontraba cerca del actual, más al norte. Quizá fue una reforma antigua.
Un fuerte abrazo a los dos, y a todos los que lean el blog.

(Buscando tesoros)
Manuel Jiménez Barragán

Andreu dijo...

Hola Juanjo y Manuel y todos los visitantes de este blog. Encantado de poder saludaros; a ti, Manuel por primera vez, que yo sepa, y a Juanjo por enésima vez. En ambos casos, el origen de que hayamos llegado a conocernos, aunque sea de esta forma tan cibernética como como parcial, pero por lo que a mi respecta, muy satisfactoria, fue aquella humilde página que colgué con los pocos medios de que disponía y los pocos conocimientos técnicos con que contaba, en lo que empezaba a ser un mundo nuevo, lleno de posibilidades para la comunicación y la información, que se llamaba Internet y cuyo título era, "Lahiguera una ventana al mundo" lahiguera.org.

Gracias a aquella página, como tenía previsto, llegué a conocer a muchos higuereños, tanto residentes en el pueblo como de los muchos que andábamos desperdigados desde hace mucho tiempo por esos mundos de Dios. Hace unos meses decidí cerrarla al creer que aquella primera etapa estaba superada, porque en los once o doce años que se ha mantenido abierta, este mundillo de internet con sus redes sociales y sus espacios blogueros, ha evolucionado hacia otras formas mas abiertas y fáciles de mantener. Un ejemplo es este blog creado por Juanjo y el grupo que creó mi hermano Pedro, en FaceBook.
Dicho esto,os aclaro a ambos, que al comentario al que quería referirme sobre Miguel el zapatero, en la pos data, es el que escribí cuando Juanjo publicó en el grupo de Lahiguera de Feisbuk, esta entrada. Sobre este asunto, Juanjo y servidor ya hemos hablado en privado.
(continúa en el siguiente)

Andreu dijo...

Pues sí, Manuel, el zapatero se llamaba Miguel y era originario de Andújar, como mi padre y toda su familia. Que yo recuerde, tenía otro hermano, pero no vivía en Lahiguera. Estaba, eso sí, casado con una higuereña, cuyo nombre creo que era Josefa, y el apodo era "Josefa la de Pinito". Si no se llamaba así, era su hermana, que ha vivido hasta que se murió, en el mismo lugar donde vivíamos nosotros, Gerona, sólo a unos cuanto metros separaban nuestros domicilios. No tenían hijos y vivía con ellos la madre de ella hasta que se murió.

Sobre la tercia, puedo decirte que la conocí más o menos como está ahora, incluso menos, porque en aquellos tiempos, siempre estaba llena hasta arriba de leña para el horno que tenía su dueño, José Ortega, cuyo hijo, José, efectivamente, está casado con una prima mía que también vive aquí en Gerona. No recuerdo haber visto ningún arco, si lo había, por las razones que te he dicho. Si recuerdo que a lo largo de toda la fachada no había ningún tipo de acera y el firme que había entre está y el centro de la calle, era de tierra, por lo cual, cuando llovía era imposible pisar
porque además, había unos cincuenta o más, centímetros de desnivel.

Sobre la alineación actual de la Tercia y la iglesia, te puedo asegurar que es asi, desde que desapareció la casa que había situada en lo que hoy en día es una especie de plazoleta, que fue donde nací y me crié hasta los quince años. Dicha casa, formaba un ángulo recto, más o menos, en su parte oriental ,con respecto a la fachada de la tercia, cuya longitud (no podría precisarlo con exactitud) sería de unos siete u ocho metros. Así que cuando se hizo ese mapa, esa casa, que siempre fue propiedad de la Iglesia, ya existía. El campanario al que te refieres, supongo, era una espadaña situada encima mismo de donde está el altar mayor de la iglesia, centrada en el caballete del tejado. Tenía tres ojos: el central estaba ligeramente más alto que los laterales y siempre esta pintada (blanqueada, vaya) de blanco. Había una veleta en todo lo alto y un pararayos
y no recuerdo muy bien si tenía dos o tres campanas. Fui testigo de su demolición cuando se inauguró la actual torre, que tuve la suerte, de ver el comienzo y el final de su construcción. Las piedras las esculpian los picapedreros, que eran de Porcuna, practicamente en la puerta de la casa donde vivía, que era a la que me he referido.

Espero haberte ayudado, Manuel, con lo poco que sé, y si hay algo más en lo que lo pueda
hacer, estoy a tu entera disposición.

Un abrazo para ambos.

Andrés Teruel